Alzheimer: Síntomas y etapas. - La Pueblita
Gabriela Pérez

¿Por qué las personas de la tercera edad necesitan cuidados especiales?

Con el paso de los años experimentamos cambios como señales que son relativas al envejecimiento. Olvidarse de fechas o perder cosas de vez en cuando puede considerarse algo normal. Otras causas como la depresión, la mala alimentación o ciertos medicamentos también pueden afectar a la memoria. Pero cuando estas omisiones comienzan a afectar la vida del individuo y de las personas a su alrededor, podríamos estar hablando de síntomas de Alzheimer, una enfermedad que altera la función cerebral y afecta a 1 de cada 9 personas de la tercera edad.

Tipos de Alzheimer

Según el National Institute on Aging podemos diferenciar entre dos tipos de Alzheimer. Ambos tienen en común el agente genético, es decir, que la enfermedad puede ser transmitida de padres a hijos si el gen mutado que la produce se encuentra en la familia. 

Esta latencia genética se considera solamente un factor de riesgo, pues no es determinante. Para su aparición confluyen más factores, como el medio ambiente y el estilo de vida de la persona.

Según la línea temporal de la aparición de sus síntomas, el Alzheimer puede distinguirse entre:

  • Aparición temprana. Se diagnostica entre los 30 y los 65 años.
  • Aparición tardía. Se diagnostica después de los 65 años.

Los casos de Alzheimer de aparición temprana son realmente escasos; el tipo tardío es el más frecuente. Por esta razón, la edad es el siguiente factor de riesgo. Ya que la enfermedad se desarrolla en base a la oxidación de células cerebrales, atrofias e inflamaciones del órgano, el riesgo de desarrollar Alzheimer aumenta exponencialmente con el envejecimiento.

Etapas y síntomas del Alzheimer

Es posible reconocer tres etapas de la enfermedad, con sus respectivos síntomas: 

  1. Etapa leve.  Es la primera fase clínica de la enfermedad. El cerebro de una persona ya desarrolló cambios desde tiempo antes de presentar los síntomas correspondientes a esta etapa. La persona aún puede realizar sus tareas cotidianas con independencia, pero se le presentarán episodios de pérdida de la memoria en  los que podría olvidar nombres, su número de teléfono, o perder objetos. 
  1. Etapa moderada. Es la etapa más duradera. Se agravan los episodios de pérdida de la memoria y la persona tiene dificultades para recordar su historia de vida. Puede sentirse frustrada, malhumorada y actuar de forma inesperada, lo que dificulta el cumplimiento de sus tareas diarias. Es en este momento, que el enfermo de Alzheimer requerirá de una mayor atención y cuidados especiales.
  1. Etapa severa o grave. En esta fase de la enfermedad el detrimento de las habilidades cognitivas hace que la persona necesite asistencia continua. Olvida por qué y cómo llevar a cabo actividades diarias y necesidades básicas como comer o asearse. La comunicación se torna problemática, la personalidad cambia y pierden la capacidad de relacionarse armoniosamente con el entorno. Si el enfermo no está al cuidado de alguien durante esta etapa, su integridad física puede verse afectada.

Es imposible definir la duración de cada etapa, ya que en cada persona afecta de forma distinta y estas pueden superponerse.

Cuidados especiales

Ser diagnosticado con esta enfermedad no es fácil. El apoyo de la familia y los seres cercanos es fundamental.

Es importante acudir con un especialista de la salud cuando hay sospechas de que esta enfermedad pueda estarnos acechando. Un diagnóstico temprano puede darnos el tiempo necesario para planificar en torno a la enfermedad, informarnos, prepararnos y preparar a nuestros familiares y seres queridos para los retos que supone.

Como paciente de  Alzheimer recién diagnosticado, es posible que sintamos frustración y ansiedad por el futuro de nuestra memoria. Como persona cercana o responsable de alguien con esta enfermedad, podemos sentirnos agobiados y tristes de vera nuestro familiar o ser querido pasar por procesos del deterioro de su memoria que además nos duelen y afectan directamente.

En ambos casos es importante saber que nunca estamos solos y que no deberíamos sentir que estamos llevando toda la carga del mundo en nuestros hombros.

Este es un padecimiento que afecta a uno de cada tres adultos mayores de 85 años. Existen grupos de apoyo, información y servicios, para ayudarnos a nosotros y a nuestros seres queridos a sobrellevar la pérdida de la memoria sin perder la calidad de vida.

A pesar de que, desde la medicina alópata no existe un tratamiento que ayude a eliminar el Alzheimer por completo, existen actividades para retrasar el Alzheimer y vitaminas para el cerebro que pueden ayudar a mantener su sano funcionamiento. Tomar vitaminas del complejo B, el ácido fólico y la vitamina b12, puede ayudar a disminuir el riesgo de desarrollar demencias y atenuar sus síntomas.

También existen las casas de Alzheimer: lugares de retiro con personal especializado y preparado para recibir pacientes de Alzheimer como residentes. O las comunidades para adultos mayores y retirados, que cuentan con áreas y planes de vivienda específicos para el cuidado de personas con demencia y personas con Alzheimer.

Estos lugares son altamente recomendados porque las personas enfermas necesitan cuidados especiales. Por otro lado, mantener una vida social activa, los buenos hábitos y las actividades que propicien la estimulación mental pueden ayudar a retrasar el deterioro de la salud por Alzheimer. 

Fuentes:

National Institute on Aging 

Alzheimer Association

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